el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

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lunes, 26 de noviembre de 2012

elefante



  

El 25 de julio, al querer apretar la letra A, advertí en el meñique de mi mano izquierda una tenue verruga.  El 27 me pareció considerablemente mayor.  El 3 de agosto logré, con ayuda de una lupa, discernir su forma.  Era una suerte de diminuto elefante: el elefante más pequeño del mundo, sí, pero un elefante hasta en su ínfimo rasgo.  Estaba adherido a mi dedo por la extremidad de su colita.  Así, prisionero de mi meñique, gozaba, sin embargo, de libertad de movimientos, salvo que su traslación dependía por completo de mi voluntad.
Con orgullo, con temor, con dudas, lo exhibí ante mis amigos.  Sintieron asco, dijeron que no podía ser bueno tener un elefante en el meñique, me aconsejaron consultar a un dermatólogo.  Desprecié sus palabras, no consulté a nadie, rompí relaciones con ellos, me dediqué por entero a estudiar la evolución del elefante.
Hacia fines de agosto agosto ya era un lindo elefantito gris, de la longitud de mi meñique, aunque bastante más voluminoso.  Yo jugaba todo el día con él.  A veces me complacía en fastidiarlo, en hacerle cosquillas, en enseñarle a dar volteretas y a saltar mínimos obstáculos: una cajita de fósforos, un sacapuntas, una goma de borrar.
En esa época me pareció oportuno bautizarlo.  Pensé en varios nombres tontos, y en apariencia, tradicionalmente dignos de un elefante: Dumbo, Jumbo, Yumbo …  Por último preferí llamarlo Elefante, a secas.
Me encanta alimentar a Elefante.  Yo diseminaba sobre la mesa migas de pan, hojas de lechuga, trocitos de césped.  Y, allá lejos, en el borde, un pedacito de chocolate.  Elefante, entonces, pugnaba por llegar a su golosina.  Pero, si yo ponía firme la mano, Elefante jamás podría alcanzarla.  De este modo, yo ratificaba que Elefante no era más que una parte, y la más débil, de mí mismo.
Poco tiempo después, digamos, cuando Elefante había adquirido el tamaño de una rata, ya no pude gobernarlo con tanta facilidad.  Mi meñique resultaba demasiado flaco para resistir sus ímpetus.
En ese entonces yo aún conservaba la idea errónea de que el fenómeno solo consistía en el crecimiento de Elefante.  Me desengañé cuando Elefante fue tan grande como un cordero: ese día también yo fui tan grande como un cordero.
Esa noche, y algunas más todavía, yo dormí boca abajo, con la mano izquierda fuera de la cama: en el suelo, a mi lado, dormía Elefante. 
Después …

 Fernando Sorrentino


cada escritora resuelve el final del cuento





… Elefante creció grande como una vaca y yo también crecí como una vaca.
Él, fue creciendo y yo también fui creciendo.
Elefante fue mi mejor amigo.  Siempre me ayudaba en la tarea de la escuela y comía conmigo.
Hasta que el 21 de setiembre, se desprendió de mi meñique.  Nuestra amistad se apagó,  su ayuda ya no estuvo más.
Lo único que podía hacer, era llevarlo al zoológico.
Antes de despedirme, mi mamá me dijo que nos íbamos a mudar al zoo.  Cuando llegamos, jugué con Elefante y fuimos felices por siempre.
Candela A.



 

… A la mañana Elefante y yo nos levantamos, tomamos la leche y nos fuimos a jugar. 
Cuando, de pronto, encontramos una pelota que tiraron por el tejado.  Era grande y al moverla tenía polvo.  Como no teníamos pelota, usamos esa.
Cuando se la paso a elefante se despegó solo, después nos pusimos a pensar que fue por la pelota que tenía polvillo.
Le mostré a mamá y tuvimos que llevar a elefante al zoológico.  Fuimos a visitarlo todos los días hasta que se acostumbrara a estar en el zoológico.
Elefante se puso triste pero cuando vio a otros elefantes se puso muy feliz.
Candela


 

… Después, al otro día, fui a la escuela y mis amigos se asustaron más todavía.  Y sí, ellos me terminaron convenciendo: fui a un dermatólogo.
Él me dijo que no había solución, así que volví a casa, tomé la leche y me fui a dormir la siesta, y cuando desperté, ya no tenía nada y dije:

_  ¡Ah! Lo voy a extrañar, pero bueno, ¡¡se me fue al fin!!

Al otro día fui entusiasmado al colegio y le dije a mis amigos. 
Ellos también se pusieron contentos.

Berenice

 

… después yo corté la luz y Elefante se escapó.
Mi mamá me dijo:
_ ¿Lo viste a elefante?  Lo buscamos y no lo encontramos.
Al día siguiente le dije a mi mamá:
_ Yo corté la luz para que se escapara.
_ ¿Por qué lo hiciste? –dijo mi mamá.
Y yo contesté:
_ Porque no lo quería.
Pasaron diez días más y Elefante volvió a casa.
Todos celebramos porque él volvió.

Agustina



domingo, 18 de noviembre de 2012

el desfile del cumpleaños de Don Bosco







El domingo 4 de noviembre, día de mucho sol, se celebró el cumpleaños de Don Bosco.
Se reunieron en Álvarez y Uriburu.
Estuvieron los socios de la biblioteca, alzaron los libros, y de las familias fueron las mamás, los papás y los chicos.
El desfile reunió a todos los vecinos y cuando el representante dio la orden, todos empezaron a caminar con su libro y lo alzaron muy alto, pero muy alto, casi hasta llegar al cielo.
No sólo la biblioteca estuvo presente.  También desfilaron los colegios, los bomberos con autobombas y muchos más, como los chicos del club de futbol y los de taekwondo.
Al pasar delante del palco, saludaron al intendente y a la gente que vino a mirar.  También había una niñita que gritaba mucho porque quería ir al baño y su casa quedaba lejos.
Cuando el desfile terminó, el barrio se reunió para soplar las velitas de la torta que era GIGANTE y cortaron un millón de porciones.  Ya que era tan grande aprovecharon para regalar a las personas que no vinieron a ver el desfile.
Así terminó la fiesta ese domingo de mucho sol, cuando todos los vecinos gritaron:

¡FELIZ CUMPLEAÑOS DON BOSCO!


Agustina, Candela A.

martes, 6 de noviembre de 2012

el perro y la bestia



Un día, un perro empezó a comer arroz con leche, luego empezó a ir a la plaza todas las tardes.
Nuestro can vivía en una casa vieja con una dueña muy loca.
El perro era algo distraído, pero hacía las cosas bien.
Una tarde de mucho calor, el perro llevó su arrocito y una taza de leche para ponerle.
De pronto, vio una bestia con nariz de jabalí, orejas de lobo, colmillos de tigre y pelaje gris.
La bestia estaba caminando hacia el can, pero el animalito se fue corriendo a otro sector de la plaza, pero la bestia lo encontró.
Antes de que se coma al perro, el animalito huyó. 
Volvió a su casa despavorido y nunca más vio a esa bestia.

Candela A.


 



domingo, 28 de octubre de 2012

el concurso de manchas



 


En nuestra ciudad de Don Bosco un día de mucho calor, había pegados varios carteles que decían:

EL 21 DE OCTUBRE
ESTÁN INVITADOS TODOS.
EL QUE TRAIGA LA MEJOR MANCHA, GANARÁ.
HAY 1° - 2° Y 3° PREMIO Y MENCIÓN.

El 20 de octubre todos estaban preparando las mejores manchas del mundo para poder vencer a todo el universo y fueron los vecinos y el barrio entero. 



Empezaron a aparecer manchas multicolores, flúo, de barro, de huevo, de carbón, de café, de leche, punteadas, rayadas, de caramelos, de tomate, de tinta lavable, de pegamento, con pintitas, de helado, de acero, de oro y plata, de lapiceritas de leche chocolatada, de crema americana.


Los que llevaban las manchas eran artistas, gente pobre, etc.
Los jueces tardaron en decidir porque todas eran muy buenas.
Es más, siguieron apareciendo de metal, de goma, de plástico.  Había manchas sobre ropa, telas raras y manchas de lija.



Pero llegó Ricardo Fort y trajo una mancha de chocolates Felfort.  Y vino Susana Giménez y trajo una mancha de chocolate blanco.
También vino alguien con un regalo para el día de la madre con una mancha enorme, que ocupaba tanto lugar que no pudo entrar al concurso.


Hasta participó Lady Gaga con una gigante mancha de aceite sobre una lámina del colegio.
Pero quien ganó fue Shakira, que traía una mancha de agua.
Los jueces dijeron:
_  Bueno, bueno.  Ya tenemos una ganadora.  Es … SHAKIRA, sacó el 1° premio.  ¡Muy bien!
El juez pensó:
_  Ya que la elegimos, capaz que nos regala entradas.


Agustina,  Berenice,  Candela,  Candela A.






jueves, 18 de octubre de 2012

mi hogar es así


Una casa es un lugar donde vivís.
Es la que te protege de las tormentas
y de los peligros.
Lo bueno de tener un hogar
es que con amigos podés jugar.
¡Qué lindo tener una vivienda!
una vivienda que sea buena.
Una casa muy linda
y un hogar de belleza.

Candela A.


 




jueves, 20 de septiembre de 2012

la nueva mascota



Un día, un chico llamado Juanito quería ir a la playa con su familia. 
Cuando llegaron a la playa, Juanito decidió ir a nadar con su perra.  De pronto, vio una mariquita en un barquito de papel con una hoja pegada en la punta.




La mariquita se llamaba Folclarata.
En un momento, una ola muy potente movió al barquito de acá para allá.  La mariquita no se dio cuenta porque estaba conversando con un pececito llamado Ramiro, que cuando vio venir la ola se fue para abajo. 
Folclarata estaba distraída y de un resbalón se cayó al agua. 
Juanito le ordenó al perro que se quedara a vigilar para que no vengan los salvavidas.  Así saltó al agua.
Juanito nadó y nadó hasta encontrar a Folclarata.  Cuando la encontró estaba medio ahogada arriba de unas rocas.  Juanito la agarró, la metió en un bolsillo y nadó para la superficie donde estaba su perra en la orilla esperando.
Ella se alegró de que los dos volvieran sanos y fuertes.
A partir de ese momento, Juanito aceptó a Folclarata como nuevo miembro de la familia.

Candela A.



sábado, 1 de septiembre de 2012

Mariano





Esta es la historia de Mariano, un chico que quería ser astronauta.
Siempre soñaba con estrellas fugaces y viajar a la luna.  Pero un día,  soñó que una estrella fugaz le decía:

_ Vos sos el único chico que puede salvarme pidiéndome un deseo, si no voy a      
   desaparecer.  Apurate, tienes tiempo hasta las siete de la mañana.

El chico atolondrado, saltó de un zumbido y rápidamente, fue corriendo hacia la ventana.
Tardó hasta las 6:57.  Encontró a la estrella y le pidió que él pueda ser astronauta y tener un cohete hermoso con llamas en los costados.
La estrella feliz y muy contenta de poder confiar en un niño que cuando dice que lo hace, lo hace, le cumplió el deseo.   De pronto, en el garaje, apareció un cohete amarillo con llamas rojas y naranjas en los costados.
Mariano, se puso el traje de astronauta y viajó feliz a la luna.

Candela A.



sábado, 28 de julio de 2012

de repente ...






De repente, el libro abrió grande la boca y se devoró a la niña. 
Ella se asustó mucho.  Exploró qué dibujos y palabras había dentro del libro.
El libro sintió cosquillas en sus hojas. 
Los pasos de la niña eran temblorosos, porque los dibujos se movían de miedo porque ella tenía 8 años.
El libro volvió a abrir su boca para que la niña saliera y no haya más cosquillas en sus hojas, la niña salió feliz de volver a ver la luz del día.

Candela A.