De repente, el libro abrió grande la boca y se
devoró a la niña.
Ella se asustó mucho. Exploró qué dibujos y palabras había dentro
del libro.
El libro sintió cosquillas en sus hojas.
Los pasos de la niña eran temblorosos, porque los
dibujos se movían de miedo porque ella tenía 8 años.
El libro volvió a abrir su boca para que la niña
saliera y no haya más cosquillas en sus hojas, la niña salió feliz de volver a
ver la luz del día.
Candela A.