el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

martes, 1 de enero de 2013

2013



Para que crezcan historias en aguas de memoria,

la palabra,

de sed en sed,

nacerá.



¡¡ Que en el 2013 suceda el asombro !!





lunes, 24 de diciembre de 2012

felices fiestas







Papá Noel trae una bolsa
llena de palabras.

Elijo una,
la mejor,
 para todos nosotros:

¡¡ FELICIDADES !!




jueves, 20 de diciembre de 2012

letraTRASletra



Aquí, en el taller literario, sucede.
Una palabra se ofrece, alborotada como una guirnalda.
La palabra precisa, que denota urgencia por escribirla.

¡ GRACIAS !

A los pequeños escritores, a sus familias, a la Biblioteca Don Bosco.

¡ GRACIAS  !

A todos los que permiten
que la palabra
sea una maravilla.




letraTRASletra


presentación librito
taller literario infantil 2012 









lunes, 10 de diciembre de 2012

invitación



Invitamos a los pequeños escritores y a su familia
al acto de fin de curso y presentación del librito


letraTRASletra
taller literario infantil 2012


Biblioteca Popular de Don Bosco
Jueves 13 de diciembre, 19 hs.




martes, 4 de diciembre de 2012

invitación



Invitamos a los pequeños escritores y a su familia
al acto de fin de curso y presentación del librito


letraTRASletra
taller literario infantil 2012


Biblioteca Popular de Don Bosco
Jueves 6 de diciembre, 19 hs.


viernes, 30 de noviembre de 2012

el robo del libro



Hoy, 28 de noviembre a las 17:50 hs. hubo un robo en la Biblioteca de Don Bosco.
Cuando Liliana, la bibliotecaria, se dio cuenta que faltaba “Intriga y seducción”, un precioso libro dorado, llamó al detective Rodrigo Jackson, porque en su tarjeta dice:  “siempre resuelve todos los casos”.




Cuando él vino hizo preguntas a todos los que estaban en la biblioteca: a Liliana 1, a Liliana 2, a Daniela, a Mariana y a los chicos del taller literario.
Entonces, Jackson dijo que había encontrado una huella en el libro que estaba en el piso y que en el estante se ubica al lado del libro robado.  También una pluma que venía de afuera y que se había enganchado en algún lugar.  Pero lo más importante es que encontró una nota, que seguramente se le cayó al ladrón, y decía: “voy a robar un libro”.
Rodrigo Jackson le preguntó a Liliana 2 quién vino a la biblioteca y ella respondió: Katy Perry, Madonna, Ricky Martin y Ricardo Fort.
El detective tenía algunas dudas y sólo dos sospechosos.  Fue a la casa de Ricardo Fort para preguntarle desde qué hora estaba allí y él respondió que desde las 17 hs.  Como el robo fue a las 17:50 hs. no pudo ser él.  Sólo quedaba una sospechosa y suya era la huella.
Katy Perry tuvo que devolver el precioso libro dorado y explicar por qué se lo llevó.
Katy quería que su novio y una amiga lo leyeran.

  Agustina, Candela  


una caja llena de



CON MI CAJA LLENA DE
Y SILBANDO UNA CANCIÓN
AL ANDAR POR UN CAMINO
SIN QUERER ME ENCONTRÉ CON


Y SACA SACA QUE SACA
DE MI CAJA LLENA DE
NOS FUIMOS POR ESOS MUNDOS
MÁS VERDES QUE NO SE QUÉ


MI CAJA QUEDÓ VACÍA
COMO MEDIA DEL REVÉS
POR FAVOR PÓNGALE COSAS
PARA QUE YO PUEDA SER
LA QUE TENÍA UNA CAJA
UNA CAJA LLENA DE


BUSCA QUE BUSCA QUE BUSCA
PARA LLENARLA OTRA VEZ
YO ME VOY POR LOS CAMINOS
AHORA LE TOCA A USTED

LAURA DEVETACH


con mi caja llena ¿de qué?
Camila:    Chupetines.  Caramelos.  Chocolates. 
Abril:       Pulseras.  Collares.  Aritos.
Ángeles:   Perros y gatitos.
Sofía:      Perros.  Caballitos y un bebé conejo.
Santiago:   Espadas.  Pistolas.  Arco y flechas.

sin querer me encontré ¿con quién?
Camila:       Con la señora Angie tocando un clarinete.
Santiago:   Yo encontré una piedra.
Ángeles:     Yo, con un pingüino.
Abril:         Con una tigresita.
Sofía:         Con mi amiga yaguareté.

y saca saca que saca ¿qué?
Santiago:    Mis espadas.
Ángeles:     Un conejo.
Sofía:         Todos mis animales.
Abril:          Saco … saco … ¡una gatita!
Camila:       Un trillón de mamushkas.

busca que busca ¿qué busca?
Sofía:         A mis amigos.
Ángeles:     Busco una galera con un conejo.
Santiago:   Yo … una casa.
Camila:       A mi mamá y a mi perro.
Abril:         Fotos de mi papá y mi mamá.



el globo y el pájaro


Vagaba un globo por el cielo y en su viaje se topó con un árbol y quedó atrapado en sus ramas.
 - ¿Cómo salgo? – pensó sin desesperarse.
Los globos están acostumbrados a no ser dueños de sus destinos. Pueden permanecer quietos decorando una fiesta o jugar alegremente de la mano de un niño. Pueden acompañar un regalo o ser ellos mismos un obsequio.
Un pájaro vio al globo atrapado entre las ramas y …
Liana Castello




¿qué otros problemas puede tener un globo?

Abril:      Pincharse.
Ángeles: Un nene lo tenía, se le soltó y el globo se voló.
Abril:     Puede perderse y entrar a la casa de una persona por la ventana.
Ángeles: Tener un mensaje adentro: “éste globo se me voló”  Angie y Abril
Abril:      Sentirse mal o hacer ¡PUM!
Ángeles:  Que la gente lo llene de papel picado y ahora es piñata.


¿cómo sale el globo del cuento?

Ángeles: Un nene lo ayudó.  Lo sopló.
Abril:     Volando.
Ángeles: Un animalito lo vio y lo ayudó a soltarse.
Abril:     Un libro volador lo agarró y lo hizo volar.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

invitación



Invitamos a los pequeños escritores y a su familia
al acto de fin de curso y presentación del librito


letraTRASletra
taller literario infantil 2012


Biblioteca Popular de Don Bosco
Jueves 6 de diciembre, 19 hs.




versión de "el gigante Grandulón"


Un día apareció un gigante, lo llamaban Max.
¡Pobre!  no le entraban ni las remeras ni el pantalón.
Tuvo que aprender a coser lo que necesitaba, es decir su ropa, y también juguetes de lana.
Cuando se cansó de coser y coser, se fue a dormir a su cama grandota.
Se despertó y siguió cosiendo lo mismo que antes.
Hizo todo tan grande que le quedaba re bien.  Se miró en el espejo y se gustó.
El gigante nos cuenta su historia para que nosotros solucionemos los problemas.


 


¿ustedes qué problema tienen?

Santino:  Yo ya lo descubrí, perdí un juguete.
Lucas:     Yo tengo un problema.  Mi papá prendió fuego mi juguete de madera.


Lucas, Santino


lunes, 26 de noviembre de 2012

elefante



  

El 25 de julio, al querer apretar la letra A, advertí en el meñique de mi mano izquierda una tenue verruga.  El 27 me pareció considerablemente mayor.  El 3 de agosto logré, con ayuda de una lupa, discernir su forma.  Era una suerte de diminuto elefante: el elefante más pequeño del mundo, sí, pero un elefante hasta en su ínfimo rasgo.  Estaba adherido a mi dedo por la extremidad de su colita.  Así, prisionero de mi meñique, gozaba, sin embargo, de libertad de movimientos, salvo que su traslación dependía por completo de mi voluntad.
Con orgullo, con temor, con dudas, lo exhibí ante mis amigos.  Sintieron asco, dijeron que no podía ser bueno tener un elefante en el meñique, me aconsejaron consultar a un dermatólogo.  Desprecié sus palabras, no consulté a nadie, rompí relaciones con ellos, me dediqué por entero a estudiar la evolución del elefante.
Hacia fines de agosto agosto ya era un lindo elefantito gris, de la longitud de mi meñique, aunque bastante más voluminoso.  Yo jugaba todo el día con él.  A veces me complacía en fastidiarlo, en hacerle cosquillas, en enseñarle a dar volteretas y a saltar mínimos obstáculos: una cajita de fósforos, un sacapuntas, una goma de borrar.
En esa época me pareció oportuno bautizarlo.  Pensé en varios nombres tontos, y en apariencia, tradicionalmente dignos de un elefante: Dumbo, Jumbo, Yumbo …  Por último preferí llamarlo Elefante, a secas.
Me encanta alimentar a Elefante.  Yo diseminaba sobre la mesa migas de pan, hojas de lechuga, trocitos de césped.  Y, allá lejos, en el borde, un pedacito de chocolate.  Elefante, entonces, pugnaba por llegar a su golosina.  Pero, si yo ponía firme la mano, Elefante jamás podría alcanzarla.  De este modo, yo ratificaba que Elefante no era más que una parte, y la más débil, de mí mismo.
Poco tiempo después, digamos, cuando Elefante había adquirido el tamaño de una rata, ya no pude gobernarlo con tanta facilidad.  Mi meñique resultaba demasiado flaco para resistir sus ímpetus.
En ese entonces yo aún conservaba la idea errónea de que el fenómeno solo consistía en el crecimiento de Elefante.  Me desengañé cuando Elefante fue tan grande como un cordero: ese día también yo fui tan grande como un cordero.
Esa noche, y algunas más todavía, yo dormí boca abajo, con la mano izquierda fuera de la cama: en el suelo, a mi lado, dormía Elefante. 
Después …

 Fernando Sorrentino


cada escritora resuelve el final del cuento





… Elefante creció grande como una vaca y yo también crecí como una vaca.
Él, fue creciendo y yo también fui creciendo.
Elefante fue mi mejor amigo.  Siempre me ayudaba en la tarea de la escuela y comía conmigo.
Hasta que el 21 de setiembre, se desprendió de mi meñique.  Nuestra amistad se apagó,  su ayuda ya no estuvo más.
Lo único que podía hacer, era llevarlo al zoológico.
Antes de despedirme, mi mamá me dijo que nos íbamos a mudar al zoo.  Cuando llegamos, jugué con Elefante y fuimos felices por siempre.
Candela A.



 

… A la mañana Elefante y yo nos levantamos, tomamos la leche y nos fuimos a jugar. 
Cuando, de pronto, encontramos una pelota que tiraron por el tejado.  Era grande y al moverla tenía polvo.  Como no teníamos pelota, usamos esa.
Cuando se la paso a elefante se despegó solo, después nos pusimos a pensar que fue por la pelota que tenía polvillo.
Le mostré a mamá y tuvimos que llevar a elefante al zoológico.  Fuimos a visitarlo todos los días hasta que se acostumbrara a estar en el zoológico.
Elefante se puso triste pero cuando vio a otros elefantes se puso muy feliz.
Candela


 

… Después, al otro día, fui a la escuela y mis amigos se asustaron más todavía.  Y sí, ellos me terminaron convenciendo: fui a un dermatólogo.
Él me dijo que no había solución, así que volví a casa, tomé la leche y me fui a dormir la siesta, y cuando desperté, ya no tenía nada y dije:

_  ¡Ah! Lo voy a extrañar, pero bueno, ¡¡se me fue al fin!!

Al otro día fui entusiasmado al colegio y le dije a mis amigos. 
Ellos también se pusieron contentos.

Berenice

 

… después yo corté la luz y Elefante se escapó.
Mi mamá me dijo:
_ ¿Lo viste a elefante?  Lo buscamos y no lo encontramos.
Al día siguiente le dije a mi mamá:
_ Yo corté la luz para que se escapara.
_ ¿Por qué lo hiciste? –dijo mi mamá.
Y yo contesté:
_ Porque no lo quería.
Pasaron diez días más y Elefante volvió a casa.
Todos celebramos porque él volvió.

Agustina



sábado, 24 de noviembre de 2012

la planta de Bartolo


Bartolo sembró un cuaderno en una maceta. Lo regó, lo puso al calor del sol y, cuando menos lo esperaba, ¡trácate!, brotó una planta tiernita con hojas de todos colores.
Pronto la planta comenzó a dar cuadernos. Eran hermosos, como esos que les gustan a los chicos. Tenían tapas de colores y muchas hojas muy blancas, que invitaban a hacer dibujos.
Bartolo aplaudió siete veces de contento y dijo:
—¡Ahora, todos los chicos tendrán cuadernos!
Pobres los chicos del pueblo. Estaban tan caros los cuadernos que las mamás, en lugar de alegrarse porque escribieran mucho y los fueran terminando, rezongaban y les decían:
—¡Ya terminaste otro cuaderno!  ¡Con lo que valen!
Y los chicos …
Laura Devetach


 

¿a ustedes les gustan los cuadernos?

Santino:     Si, yo en un cuaderno pegaría stickers.
Lucas:        ¡Sí!  Para dibujar dinosaurios grandes.
Jeremías:  No, yo no quiero cuadernos para trabajar.

¿cómo será Bartolo?

Jeremías:  Bartolo es un señor flaco y orejas grandes.
Santino:     Es un hombre con corbata.
Lucas:        Mi Bartolo es sin corbata, sin orejas y sin nariz.

¿qué cosas entregarían gratis?

Santino:    Yo les regalaría jumper a las nenas que se portan bien.
Lucas:       Un muñeco de armas.  Se lo regalé a mi primo.
Jeremías:  A mí no me gusta regalar nada gratis.