Esta es la historia de Mariano, un chico que
quería ser astronauta.
Siempre soñaba con estrellas fugaces y viajar a la
luna. Pero un día, soñó que una estrella fugaz le decía:
_ Vos sos el único chico que puede salvarme
pidiéndome un deseo, si no voy a
desaparecer. Apurate, tienes
tiempo hasta las siete de la mañana.
El chico atolondrado, saltó de un zumbido y
rápidamente, fue corriendo hacia la ventana.
Tardó hasta las 6:57. Encontró a la estrella y le pidió que él
pueda ser astronauta y tener un cohete hermoso con llamas en los costados.
La estrella feliz y muy contenta de poder confiar
en un niño que cuando dice que lo hace, lo hace, le cumplió el deseo. De pronto, en el garaje, apareció un cohete
amarillo con llamas rojas y naranjas en los costados.
Mariano, se puso el traje de astronauta y viajó
feliz a la luna.
Candela A.