Tiago arruinó la cena. Entonces la mamá le dijo:
_ Tiago andá a la casa de tu tío. Hoy no vas a comer acá.
_ Bueno, ma …
Tiago fue. Vio multicolores, por ejemplo, las estrellas de amarillo, azul, rosa. El cielo más azul que nunca. Pero de repente, se encontró con un perrito muy lindo de color marrón y los cachetes colorados, sentado en la arena, muy amarilla.
Después Tiago le dijo al perrito:
_ ¿Por qué estás triste?
_ Porque me abandonaron y tengo mucho hambre. ¿Y vos?
_ Porque arruiné la cena en mi casa y mi mamá me mandó a la casa de mi tío.
_ Ah … que te vaya bien –dijo el perrito.
_ Gracias, pero voy a llevar a alguien.
_ ¿A quién?
_ A vos. ¡Sí! Ahora vas a ser mi perrito –dijo Tiago.
_ Gracias ¡te lo agradezco!
_ De nada. Y te vas a llamar Lucky.
_ ¡Qué lindo nombre! ¿Vamos o no vamos? –dijo el perrito.
_ Ah … ¡Sí, vamos!
Romina