Al analizar un año de trabajo observo el crecimiento de mis “pequeños escritores”.
Los cuentos que compartimos, el ejercicio de la escritura y los conocimientos que casi sin advertirlos, fueron incorporando.
Estoy feliz por haber llegado a esta marca del camino.
Dicen que los maestros abren puertas para que los chicos aprendan a entrar.
En mi taller literario, se abren libros … muchos libros, para que los chicos aprendan a crecer.
Muchas gracias, los quiero.
Liliana Souza