Érase una vez un perro al que le encantaba comer
arroz con leche.
Ah … casi me olvido, tiene una dueña muy
loca.
Ella le dijo:
_ Vení gatito, gatito.
La dueña duerme en una casa muy vieja, en un
pueblo chico.
Así que, la dueña fue al doctor.
Ella se recuperó y el doctor se volvió loquísimo.
Agustina