Allá por el año 2011 vi a Papá Noel y cuando Juan, mi hermano, lo vio se asustó mientras que Papá Noel repartía los regalos.

Un día de semana Papá Noel volvió a mi casa, entonces Juan se asustó más que cuando vino por primera vez.
Atención ¡cuidado! –gritó Juan- que vino Papá Noel.
Cualquiera pensaría que él no da miedo.
¡Pobre Juan! tanto se asustó que se escondió.
Al fin y al cabo, Papá Noel le dijo: “no te asustes, soy tu tío” . y Juan dijo: “ah, qué suerte, menos mal que no era un extraño”.
Mariana