Era una princesa muy descuidada que lo perdía todo: los broches de perlas y las zapatillas de cristal, las cintas musicales, las calculadoras y las pequeñas coronas adornadas con piedras.
Un día al salir del palacio, se dio cuenta de que había perdido su nombre. Volvió corriendo y miró encima de la cama y en su mesa de trabajo. Su nombre no estaba allí.
Revolvió el armario, y rebuscó en los bolsillos de los abrigos y entre los pliegues de los vestidos con la esperanza de que su nombre cayera al suelo como un boleto de colectivo.
Cayó un boleto, pero su nombre, no. Pilar Mateos
(fragmento del cuento leído en clase)
¿qué princesas conocen?
Camila: La Cenicienta.
Regina: Blancanieves. Aurora. La sirenita.
Santiago: Yo también conozco a Blancanieves.
Nair: A mí me gusta la Cenicienta.
Abril: La bella. La princesa y el sapo.
si lo perdieras ¿dónde buscarías tu nombre?
Regina: En la heladera.
Camila: En un mueble.
Santiago: En un libro o debajo de una estatua.
Abril: Debajo de la mesa.
Nair: En un armario. Usaría una salida secreta para buscar mi nombre.
¿qué orden darías?
Santiago: ¡Quiero que me traigan a Viloni!
También quisiera que me compren todos los juguetes del mundo.
Abril: ¡Te ordeno que me traigas un libro! ¡Lo tenés que hacer!
Regina: ¡Te ordeno que me traigas un omelette!
Camila: Yo, un plato de fideos y un chupetín de chicle.
Nair: ¡Quiero que todos obedezcan! Deben encontrar mis lápices.
¡Ah! que también compren lo que yo quiera.
¿qué nombre le encontrarías a la princesa?
Regina: Vi o Julieta.
Nair: María Risa.
Camila: Brillo.
Santiago: Cascabel.
Abril: Mmm … Catalina
