el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

lunes, 9 de julio de 2012

la rana y el mono






UNO

El mono estaba sentado, o mejor dicho, trepado. 
Pasó un pájaro y le dijo: ¿Qué hacés trepado ahí? 
Pasó un chimpancé y le dijo: ¿Por qué no vienes a colgarte de las lianas? 
Pasó una jirafa de cuello muy alto y le dijo: ¿Qué haces sentado ahí?  ¿Por qué no vienes a comer hojas? 
Pasó una rana y le dijo: ¿Qué haces sentado ahí?  Ven a saltar conmigo. 
Pasó un guardabosque y le dijo: ¿Por qué en vez de divertirte estás sentado?


DOS

El mono se bajó del árbol y corrió al chimpancé y le dijo: Espera.  Y se dio cuenta de que el chimpancé era malo y muy feo a pesar de que lo había invitado a jugar.  Era una trampa. 
Con su súper poder del vuelo siguió al pajarito.  Y no, no era justamente el pájaro que le había hecho la pregunta.
Fue al zoológico y visitó a la jirafa y ésta le dijo:  ¿Eres tú al que le he preguntado si quería comer hojas?  El mono contestó:  Sí, fui yo pero no quise comer hojas.  Vengo para preguntar si encontraste a una rana muy saltarina.  La jirafa respondió: Siiii, la vi.  Se fue hacia la izquierda.  El mono le dijo: Gracias. 
La siguió pero no la encontró.  Luego, triste porque no la había encontrado volvió a su árbol y se sentó a esperar …


TRES

El mono bajó del árbol y dijo: Yo sí puedo, yo la puedo encontrar.
Se recorrió todo el universo y en Rusia había una casa que decía SABEMOS EL FUTURO, CONSULTAR AQUÍ. 
El mono entró y le dijo a la señora sabia:  Señora ¿me puede decir dónde está la rana?  La sabia le dijo:  Comprate un boleto de avión y marchate a China y la vas a encontrar.
La buscó y sí, la encontró y volvieron a su ciudad y se casaron y vivieron felices comiendo perdices.

Berenice