Un día un adulto solitario llamado Lucas fue a
cabalgar. Vio muchos caballos fuertes y
lentos, de todo tipo. Lucas se
sorprendió y dijo:
_ ¡Quiero cabalgar uno!
Eligió el más solitario y menos oloroso y el
caballo no caminaba, como si tuviera las puertas cerradas. Trató de moverlo con su fuerza pero no
pudo. Hizo de todo hasta que se rindió y
agarró a otro caballo.
El adulto está muy feliz.
continuará …
Candela
