el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

miércoles, 20 de junio de 2012

la flor



Había una vez una chica que se llamaba Florencia, y le gustaba su nombre porque le gustaban las flores. Era rubia, muy linda y coqueta. Ella le dijo a tres chicos amigos:
_ ¡Vamos a plantar una flor!
Llamaron a cuatro amigos más para que los ayuden, y entre todos plantaron un árbol y una flor.
Después quisieron ir a casa de Florencia para tomar un helado, pero antes regaron a la flor.
Al volver la tierra estaba seca y le volvieron a tirar agua.  La flor volvió a vivir.
La flor era una maravillosa rosa blanca que se dejaba cuidar.  Cuando se abría podía verse adentro un diamante.
Florencia sabía eso porque un día abrió la flor, lo vio, se asombró y quiso hacerse un par de aritos.  Entonces, le pidió a la rosa que le diera el diamante, y la flor le contestó:
_ ¡Sí! Si me pedís por favor.
Florencia cumplió su deseo, se hizo los aritos y como sobró, también se hizo un collar.  Siempre los usaba y sus amigos le decían:
_ ¡Qué lindos son!
Y para terminar este cuento se cuenta que la chica y todos sus amigos fueron a comer juntos. 
Sobre la mesa había un florero con una maravillosa rosa blanca.
Ángeles y Camila



Éste cuento lo inventaron las pequeñas escritoras en una clase de taller.