Había una vez una señora llamada Karen que vivía en un pueblo donde había gente gigante. Pero había un problema: ella era una chica normal y quería tener un bebé. Entonces se mudó ahí.
En ese pueblo conoció a un chico gigante. Los dos se gustaron, se casaron y tuvieron un bebé al que llamaron Juan.
Karen estaba contenta, pero el bebé salió medio raro porque salió muy grande.
Todos se reían de él porque decían que su mamá era normal y él era gigante.
Una chica que tenía pena por él, quiso ser su amiga y conocerlo mejor. Se acercó a él, pero Juan se alejó porque pensaba que ella se iba a burlar de él y su mamá. Él se fue y ella desde atrás se acercó y le tocó la cara, él se dejó y sonrió.
Ella le dijo si quería tener una amiga. Y él le dijo “por supuesto que sí, siempre quise tener una amiga”, y ella le dijo “yo ¡quiero ser tu amiga!”. Él le dijo “bueno”. se fueron conociendo y fueron los mejores amigos por siempre.
Elizabeth – Mónica