el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

viernes, 14 de octubre de 2011

la pulsera de diamantes

Había una nena que vivía al lado de un bosque.
Un día salió a ese bosque y vió una luz.  No llegó a agarrarla porque la madre la llamaba. 
Al otro día le preguntó a la madre si podía ir y le dijo que sí.  Fue en busca de esa luz y la encontró.  Era una pulsera que tenía diamantes.
Fue a mostrarla a su mamá.
_  Vamos a ser ricos –dijo la madre.
_  No, es mía, no tuya.
Se fue a su cuarto mientras que la madre la espiaba.
Bianca, la nena la escondía en una caja.  Se fue a dormir.  La madre, Luli, entró a su cuarto, buscó la caja que estaba debajo de la cama.  Tenía llave.  Luli buscó.  Estaba en la mesa cuando abrió la caja. 
Se levantó Bianca.  Luli agarró rápido la pulsera, dejó la llave y se fue. 
Bianca se fijó y como la pulsera no estaba, pensó que la tenía Luli y le fue a preguntar:
_  Mamá ¿vos tenés la pulsera?
_  No.
_  No te creo.
Vió la luz de la pulsera.  Bianca se la sacó y Luli se enojó.  Bianca se la llevó en la mochila.  Agarró la bicicleta, la pala y la mochila y se fue muy lejos para que nadie  la agarre.


Sacó la pulsera y la pala y la enterró muy profundo.
Volvía a la casa y la madre le preguntó:
_  ¿Dónde está la pulsera?
_  La escondí donde nadie la encontrará.
Al final nadie se quedó con la pulsera.                                                                                                                        
Candela