El principito llegó a un planeta donde había un hombre de negocios. El hombre estaba tan ocupado que ni siquiera levantó la cabeza cuando llegó el principito.
_ Buenos días –le dijo éste-. Su cigarrillo está apagado.
_ Uno y uno son dos. Dos y dos son cuatro. Cuatro y dos son seis. Buenos días. Cuatro y cuatro son ocho. No tengo tiempo para volver a encenderlo. Ocho y dos son diez. ¡Uf! Todo da un total de quinientos millones … bla, bla, bla.
_ ¿Quinientos millones de qué?
_ ¡Eh! ¿Estás siempre ahí? Quinientos millones de … Ya no sé … ¡Tengo tanto trabajo! Yo soy un hombre serio, no me divierto con tonterías. Diez y dos son doce.
_ ¿Quinientos millones de qué? –repitió el principito.
El hombre de negocios levantó la cabeza:
_ En muchos años, en éste planeta, sólo he sido molestado tres veces. La primera, por un abejorro que cayó no sé de dónde. Produjo un ruido espantoso y cometí cuatro errores en una suma. La segunda, por un ataque de reumatismo. Me hace falta ejercicio. No tengo tiempo para moverme. Yo soy un hombre serio. La tercera vez … ¡ahora! Decía, quinientos millones …
_ ¿Millones de qué?
El hombre de negocios comprendió que debía responder.
_ Millones de esas cositas que se ven a veces en el cielo.
_ ¿Moscas?
_ Pero no, cositas que brillan.
_ ¿Abejas?
_ ¡Pero no! Cositas doradas que distraen a las personas. ¡Pero yo soy un hombre serio! No tengo tiempo para distraerme.
_ ¡Ah! ¿Estrellas?
_ Eso es. Estrellas.
_ ¿Y qué hace con quinientos millones de estrellas? ...
Antoine de Saint-Exupéry
(fragmento del cuento leído en clase)
¿qué es un hombre de negocios?
Jeremías: El que vende caramelos.
Sofía: El señor que tiene un kiosko y tiene de todo.
Santiago: ¡Sí! Alfajores.
Ángeles: Un señor de negocios vende maderas.
Abril: ¡Y está lleno de monedas!
Camila: Es un señor lleno de negocios.
¿quinientos millones de qué?
Sofía: De billetes de colores y verdes.
Jeremías: De nada.
Santiago: Quinientos millones de plata.
Camila: Plata, plata y más plata.
Ángeles: Millones de muchas cosas, de todas las cosas.
Abril: Quinientos millones de monedas grandes y chiquitas.
¿qué harías con quinientos millones de estrellas?
Abril: Las miraría a la noche hasta que no quiera más.
Santiago: Yo las cuento para que no falte ninguna.
Ángeles: Yo no las quiero … son muchas.
Camila: Quinientos millones de estrellas todas juntas ¡qué lindo!
Jeremías: ¿Cuántas son quinientos … ?
Sofía: Yo las enciendo a la noche cuando quiero luz.
¿para qué sirve ser rico?
Camila: Para contar plata, monedas y … estrellas!
Abril: Rico es el que tiene una caja llena de dólares y monedas.
Sofía: Esos billetes verdes tengo yo en un sobrecito ¿soy rico?
Santiago: Para comprar juguetes y kioskos.
Ángeles: Para comprar lapicera y no pedirle a Lili.
Jeremías: ¡Yo soy rico! Tengo a mi mamá.