Ya no entraba en este espacio.
La panza de mi madre no se hacía más grande. Empecé a empujar para salir. Supongo que ella fue a buscar a los cuidadores, porque sentía que me movía. Se escuchó un ruido fuerte, y uno de los cuidadores dijo:
_ ¡El bebé de Samantha! ¡Samantha! ¡Tranquila! -y más desesperado aún dijo- ¡Por favor! ¡Ayudá! ¡El elefante sale!
En ese momento me desesperé. Ansioso, empujé más fuerte. Cuando salía, algo me agarró: unas manos humanas.
_ Ya está Samantha. Tranquila … ya estamos … ya salió tu elefantito o ¿elefantita?
_ Elefantito –contestó alguien.
Una luz llegó a mis ojos. Me quejé y desapareció cuando uno de los cuidadores, el que me tenía, dijo:
_ ¡Ramón! Apagá la luz que le molesta. Hay suficiente claridad por el sol.
Un olor extraño pasó por mi larga trompa.
Dos hombres me miraban. Una mujer estaba al lado de la cabeza de mi madre, tranquilizándola. Yo le había hecho doler, no era mi intención. Me llevaron junto a ella para que me conozca. Mi madre me abrazó con la trompa e hizo un poco de fuerza para aviarle al hombre que quería que esté en el piso con ella. El cuidador me bajó y me apoyó sobre una superficie muy blanda y suave.
Mi madre me empujó hacia ella y con su oreja me tapó.
Me dormí. No sé cuánto tiempo, pero cuando desperté, no había más “sol”. Había muchas luces como las que habían usado cuando salí de la panza de mi mamá. Pero no me molestaban porque no me apuntaban a mí.
Estaban escribiendo. El hombre al que habían llamado Ramón, hablaba, y alguien que no había visto escribía y hacía preguntas.
_ ¿Cuándo nació?
_ Hoy, 24 de octubre.
_ ¿A qué hora?
_ 11:33 de la mañana.
_ ¿Elefante o elefanta?
_ Elefante.
_ Años de la madre y del padre.
_ 30 la madre y 31 el padre.
_ Fecha de nacimiento.
_ No sabemos. La dejaron aquí. El padre 30 de enero.
_ Nombre.
_ Samantha Renata Miranda y Zapato Garabato Aparato.
_ Nombre del hijo.
_ Elegante Dante Gigante.
_ ¿Peso?
_ …
_ ¿Altura, ancho y alto?
_ …
_ Muy bien.
El sueño me venció y quedé tranquilo y profundamente dormido, pensando que yo me llamaba Elante Dante Mirante … o … Eleganse … Bueno, algo así era.
Micaela
