Bs. As., Don Bosco, 25 de julio de 2011
Querido amor:
Desde que te vi, entraste en mi vida y ya no te pude sacar. Tu nombre quedó marcado en mi corazón y no lo puedo borrar. Mi vida no es nada sin ti. Antes que perderte prefiero morir; pero debo aprender a vivir sin ti porque sólo me haces sufrir.
Solamente derramo lágrimas por tu desamor. Tú me diste desprecio, tú no sabes amar sin lastimar. Sé que no llorarás por mí; pero un día recordarás mi amor y te darás cuenta de que como yo te amé no habrá otra persona. No diré que no tienes perdón de Dios porque yo no soy él, pero aprende esto: cuando haces sufrir a alguien que te ama con el corazón no pienses que te perdonará … tal vez sí, tal vez no … pero yo no la haré. Es mucho el dolor, no lo aguanto. Me enseñaste lo que es el amor, pero también el dolor. Espero que seas feliz con otro amor. Lo último que escribo es ADIOS.
Paloma