Hoy es mi cumpleaños y estaba todo listo: los globos, los gorros, la piñata y la comida, pero sólo faltaba algo: mi torta de cumpleaños.
Rápidamente fui a la cocina y busqué los ingredientes en la heladera. Como era mía le podía poner lo que quisiera: flores de azúcar, dulce de leche, crema, duraznos, frutillas, chocolates, dulce de frutilla, vainilla … de todo!
Cuando estuvo lista la puse en el horno. Cuando se puso dorada la saqué y le puse las velitas.
Eran las 6:00 de la tarde y los invitados habían llegado. Comimos, jugamos, nos pusimos los gorros y saltamos la soga.
A las 9:00 era la hora de cantar el “feliz cumpleaños”. Fui a buscar la torta y la puse en la mesa. En ese momento me cantaron y soplé las velitas.
Después a las 9:15 mi mamá cortó la torta y la sirvió. Mientras la cortaba yo le ponía el platito para servirla.
Cuando la comieron todos dijeron “¡qué rica torta y qué rara! Y yo contesté “es mi torta de cumpleaños porque yo la hice”.
Mariana