Un día de invierno una nena llamada Sara vio desde su ventana de la casa que el día estaba nublado y oscuro. Eran las 5 de la tarde.
Sara pensó “¡ojalá que nieve!”, luego se fue a merendar y jugó con sus muñecas. En ese momento vio copos blancos que caían. “¡Está nevando!” –dijo contenta, saltando de alegría. En ese instante todos se abrigaron y agarraron batones, una bufanda, una galera, ramas y una zanahoria y armaron un muñeco de nieve. FIN
Mariana