Había una vez una nena que era mala porque le gustaba, y cuando estaba en la escuela mientras otra nena ensayaba, a propósito la empujó fuerte y se abrió la frente. Como se estaba riendo la suspendieron por dos meses y ella se rió más fuerte que antes, y cuando le dijeron que la suspendían se siguió riendo. Se fue a la casa y la mamá le preguntó porqué la directora la había llamado. Porque empujé a una nena y porque quise y ella me estaba molestando. ¿Qué te estaba haciendo? Me estaba mirando. Y ¿qué tiene que te estaba mirando? Es que no me gusta que me miren. Bueno hija, vas a estar castigada, vas a estar sin televisión y sin salir a jugar, ni vas a ir a cumpleaños. No mamá, es injusto ¿no? No lo es, y vas a estar comiendo vegetales por dos meses y lo más importante: te vas a disculpar. No voy a disculparme. Y vas a escribir no debo empujar a una compañera nunca ocho mil veces. No, eso es injusto. ¿Querés que las aumente a diez mil? No mamá.
Es hora de ir al colegio y se disculpó con la nena a la que había empujado. La nena le dijo que iba a pagar eso y ¿la nena lo hizo?
Luciana M.