Había una vez un conde y una pastorcita.
La pastorcita fue a comprarse unos tacos de Ricky Sarkany para ir al baile mañana en la noche.
La pastorcita no tenía a nadie con quien bailar hasta que salió de la zapatería y se chocó con el conde.
La pastorcita le preguntó al conde:
_ ¿ Querés ir al baile conmigo ?
El conde pensó y pensó y le dijo:
_ Lo iré a pensar a mi castillo, adiós.
Al otro día se encontraron otra vez:
_ ¿ Y lo pensaste ? - dijo ella.
_ ¡ Sí lo pensé !
_ ¿ Que sí o que no ?
_ ¡ Sí ! pero me tengo que comprar un traje de caballero.
_ ¡ Yo te lo compro! no te hagas problema.
_ Te debo una - dijo el conde.
Y se fue saltando de alegría.
Al otro día la pastorcita fue a comprar el traje y gritó:
_ ¡ Hoy es el baile ! ¡ Ajá, ajá, ajá !
Todas las personas dijeron:
_ ¡ Ésta está loca !
A la pastorcita no le importó y le fue a llevar el traje al palacio.
Fueron a bailar y vivieron felices por siempre.
Berenice