el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

martes, 26 de julio de 2011

envidias

La nena era alta, rubia, con rulos y siempre con los cachetes colorados.
Ella envidiaba a su compañera Lucía porque tenía las zapatillas con rueditas.  Ella no podía comprarlas.  Entonces Lucía le dijo a la nena:




_ Si querés yo te las presto.
_ Dale, prestame las zapatillas y yo te juro que las voy a cuidar muy bien.

Ya era hora de ir a casa y Lucía dice:

_ Bueno, pasá por mi casa que te voy a dar las zapatillas.
_ Dale.

Pero la nena dijo que las iba a cuidar y que cuando se ensuciaran las limpiaría, pero era mentira.
La nena tenía que ir a buscar las zapatillas.
Lucía le dijo:

_ Tomá Micaela, cuidámesla bien.  Te las presto hasta el sábado. Ok?
_ Sí. Ok!

Pero Lucía no sabía que Micaela se iba se viaje a la capital a ver a su tía.
Micaela llegó a su casa y se puso las zapatillas, luego salió a la calle.  Primero se le salió una ruedita.  Después las ensució pero no las lavó.
Era sábado, Micaela llevó una bolsa y las puso adentro, pero no se veía si estaban sucias o si le faltaba una ruedita.
La mamá de Micaela le dijo:

_ Apurate Micaela que a las cuatro nos vamos de viaje.
_ Bueno mami.

Micaela llegó a casa de Lucía y le dijo:

_ Tomá Lucía.  Gracias por prestármelas. Chau, chau, chau …
_ Bueno. Gracias Micaela.

Y Micaela se fue corriendo a su casa.
Lucía abrió la bolsa y vio que las zapatillas estaban sin una ruedita y sucias.  La mamá de Lucía le dijo:

_ Lucía, me podés explicar qué es esto?  Una semana sin ver la tele porque no cuidás tus cosas.
_ Bueno, mami.

Y la mamá le pegó porque le dice mentiras.
Romina