Me impactó que una familia tan buena y tan
simpática tenga una casa destruida. Pero
no toda la casa. El último piso era como
la casa de un ángel. Era como el
cielo. Tenía olor a frutas, cuatro
camas, dos espejos y lo más lindo era que el techo se podía sacar.
¡La vista era tan linda!
Sólo que el hombre arruinó el ambiente. Para mí que esta casa les puede ayudar a las
personas a entender que no se debe arruinar el ambiente.
Candela