Había una vez una niña que comía mucho y era muy
gorda.
Una vez la madre le dijo:
_ ¿Por qué no esperás al lobo para que te de un
postre dietético y por qué también no le pedís a tu amigo el corderito que coma
con vos y te ayude a bajar de peso?
Cuando terminó de cenar estaba un poco más flaca
que antes y fue a una tienda de ropa para comprarse unos cuantos talles menos y
cuando se probó la ropa, se miró al espejo y la niña nunca había visto su
cuerpo tan flaco.
La madre dijo:
_ Tonterías hija, has bajado mucho de peso.
¡Te
felicito! ya que estamos en el shopping te voy a llevar a patinar a la pista de
hielo y
te voy a dar una sorpresa.
Berenice