el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

martes, 18 de septiembre de 2012

Pedro Urdemales y la olla hervidora





Pedro Urdemales nunca permanecía mucho tiempo en el mismo lugar, quizás movido por su espíritu aventurero, tal vez por sus ansias de escapar de quienes habían resultado perjudicados por alguna de sus picardías.
En cierta ocasión en que se encontraba cerca de un camino, Pedro decidió hacer un alto en su viaje.  Y, como se acercaba el mediodía, se le antojó preparar algo de comer.  Entonces, juntó unas ramas secas y armó con ellas un buen fuego.  Hecho esto, sacó de su bolsa una olla, la lleno hasta la mitad con el agua que aún conservaba en su cantimplora y se sentó a esperar que hirviera, mientras dormitaba recostado en el tronco de un árbol, la cabeza cubierta con un sombrero de paja.
Pasado un rato, el ruido del agua lo despertó.  Al abrir los ojos, vio que a lo lejos venía un hombre montado en una mula y se le ocurrió una nueva picardía.  De inmediato, sacó la olla del fuego, cubrió con tierra la fogata hasta que se extinguió y se sentó a esperar al caminante mientras, con dos palitos, tamborileaba sobre la tapa al tiempo que repetía:

_ Hierve, y más hierve, mi olla hervidora.  Hierve y más hierve, a toda hora ...

relato tradicional

¿ustedes hacen picardías?

Lucas:         ¡Sí!  Rompo la casita de madera.  Estoy destruyendo el techo.
Jeremías:   A mí me retan.  Seguro que hago líos.
Valentín:     Yo … sin que mi papá me vea subo al sillón con chinelas.
Santino:      Yo … ninguna.

¿para qué Pedro esperaba al caminante?

Valentín:     Para prender fuego a la mula.
Santino:      Para echarlo y subirse a la mula.
Jeremías:   Para pellizcarlo y morderlo.
Lucas:         Le quería pegar.

¿porqué se sorprendió el señor?

Lucas:         Porque quería apagar el fuego.
Valentín:     Porque se desmayó.
Santino:      ¡No!   Porque quería ayudar a Pedro a cocinar.
Jeremías:    No sé.

¿ustedes cuánto pagarían la olla hervidora?

Jeremías:    1587.
Lucas:          1040.
Valentín:      Yo mucho, 1360.
Santino:       17.

¿está bien que Pedro engañe al señor?

Todos:         ¡¡NO!!

¿por qué?

Lucas:         Porque no se puede engañar.
Jeremías:   Porque le dijo una mentira, y mamá dice que no hay que decir mentiras.
Santino:      Porque está prohibido engañar.
Valentín:     Porque le dijo que era verdad lo de la olla y no era verdad y después no
                   le van a creer.