sobre el cuento “el gran
lío del pulpo”
Ángeles: ¿Qué es un pulpo?
Santiago: Un pez.
Abril: Ah … vive en el agua.
Liliana: ¿Cómo es un pulpo?
Sofía: Yo no sé.
Santiago: Tiene una cabeza grande.
Camila: Y ocho brazos.
Liliana: ¿Se llaman “brazos”?
Santiago: ¡No! Son tentáculos.
Abril: ¡Uy!
¡Qué nombre!
Liliana: ¿Pueden dibujar un pulpo?
Sofía: Yo no.
Lili ¿me lo dibujás?
Abril: Yo voy a dibujar una pulpita.
Ángeles: Yo también.
Liliana: El pulpo era “silencioso”. ¿Qué quiere decir esa palabra?
Santiago: Que no hablaba.
Camila: Era calladito.
Abril: ¿Los pulpos hablan?
Liliana: No, pero en este cuento sí.
Sofía:
Pero poquito porque era silencioso.
Liliana: ¿Quién ayudó al pulpo cuando se enredó?
Camila: Un pececito.
Sofía: Sí, un pez chiquitito.
Santiago: Ese pececito era simpático.
Liliana: ¿Y eso qué quiere decir?
Ángeles: Que se reía.
Abril: Que era feliz.
Sofía: Lástima que el pulpo no quería ser su
amigo.
Santiago: Quería, pero era tímido.
Liliana: ¿Qué quiere decir tímido?
Camila: Que no se animaba.
Ángeles: ¿A qué?
Camila: A tener amigos.
Santiago: Es que el pulpo quería descansar.
Abril: Yo voy a dibujar las rocas.
Sofía: Yo también.
Camila: Yo no porque mi pulpo está nadando.
Liliana: ¿Y cuando aparece el pez grande?
Santiago: Quiere comer todo.
Abril: No Santiago, quiere comerse al
pececito.
Ángeles: Si tiene hambre se va a comer al pulpo.
Camila: El pulpo no se va a dejar.
Sofía: El pez grande no va a comer nada.
Liliana: ¿Por qué?
Sofía: Porque el pulpo va a ayudar al pez
chiquito.
Abril: Y no se va a dejar comer.
Ángeles: ¡No! Lo va a mojar con la tinta.
Camila: Lo va a manchar.
Santiago: Y se va a ir.
Abril: Lili ¿el pulpo se hace amigo del
pececito?
Liliana: ¿Alguien puede responder?
Sofía: Yo digo que sí.
Ángeles: Lili ¿cómo dijiste que era el pulpo?
Liliana: El pulpo era valiente.
Santiago: Muy valiente, se peleó con un pez más grande
que él.
Abril: Es un buen amigo.
Sofía: Como Camila y yo.