Era un día glorioso, un día maravilloso cuando
inauguraron un taller.
Al principio vinieron pocos pero después vinieron
más.
La seño era buenísima. Nos leía cuentos y hacíamos ejercicios, pero
lo que más le gustaba era que escribiéramos cuentos.
Ella siempre decía que aunque sea corto podía ser
hermoso y podría ser largo y feo.
Ella tenía taller para chicos chiquitos, chicos
grandes y adultos.
Ella nunca se enojaba.
Espero que con todas las pistas hayan resuelto el
título.
Esto es gracias a Liliana.
Candela