el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

martes, 24 de mayo de 2011

el fantasma

Había una vez un fantasma que asustaba a una nena que se llamaba Agustina.
Él la asustaba porque ella decía que no le asustaba nada y se la comió.  La nena se ¡pegó un julepe!
Para sacarla tenía que vomitarla y él no quería, porque Agustina decía que estaba feliz dentro de su cuerpo.
El fantasma se agarró la panza,  la sacudió muy fuerte y rápido.  La nena se asustó y él entonces la vomitó.
Después,  ella no fue más mala y tuvo un poco de miedo, y si hacía algo malo el fantasma volvía a aparecer.
Luciana M.