el blog de los pequeños escritores

La lectura conduce al deseo de escribir.

En el taller literario, la palabra tiende a sumar otras palabras.

La intención fluye como el agua. Lo importante … es la sed.

lunes, 2 de mayo de 2011

Un amor imposible



En 1794 nació una hermosa joven. Ojos azules como el mar y pelo rubio como un limón, llamada Eugenia López Gallardo. Su madre se llamaba Florencia Domínguez y su padre, Jorge López Gallardo, quien murió cuando Eugenia recién había cumplido un año.

Ellas vivían con la familia de Florencia, quienes eran adinerados y tenían grandes campos.

Carlos, era un esclavo que habían traído de África a los doce años y fue comprado a los trece por la familia de Eugenia.

Cuando ella cumplió quince años, sintió mucha curiosidad por él, ya que siempre que la veía se ocultaba de ella.

- Debe ser muy vergonzoso - pensó. Algún día lo llamaré y le hablaré.


Un 22 de diciembre, Eugenia llamó a Carlos y le pidió que se quitara el pañuelo que siempre llevaba tapándole el rostro y que la mirara. Carlos estaba muy enamorado de Eugenia, pero sabía que ese amor era imposible.

Por un minuto pensó:

_ ¿Y si ella al ver mis ojos se da cuenta de lo que siento y se enamorara de mí?

De ser así, iban a ser ellos dos contra el país.

- ¿Y Carlos? ¿Qué estás esperando? ¡Mírame por favor!!!

Él la miró. Sus miradas se cruzaron y Eugenia casi tartamudeando le dijo:

- Me dí cuenta que siento algo muy especial por tí.

Carlos contestó con felicidad, y a la vez con un poco de tristeza:

- A mí me pasa lo mismo con Ud. pero sabe perfectamente que este amor, es un amor prohibido.

- Lo sé Carlos, y lamento mucho que así sea. Retírate por favor.

- Sí mi señora.

Al día siguiente, la madre de Eugenia notó un comportamiento algo extraño entre su hija y Carlos. Ni bien terminó el desayuno, Eugenia se dirigió a su habitación, ya que se encontraba muy triste porque tanto Carlos como ella, estaban atrapados en UN AMOR IMPOSIBLE. Su madre al pasar por su habitación, escuchó los llantos de Eugenia. Tocó su puerta y no tuvo respuesta. Tocó de nuevo, y Eugenia le dijo que entrara.

La encontró acostada abrazándose a la almohada. Se sentó junto a ella y le dijo:

- ¿Quieres hablar?

- No

- Bueno, cuando sientas la necesidad de hacerlo, búscame y hablaremos. Voy a averiguar qué es lo que está pasando con Carlos, ya que a él lo noto muy diferente también.

- No, no … no le preguntes nada a él, yo te contaré TODO lo que nos está pasando a Carlos y a mí.

Al terminar la historia, su madre aceptó ese amor y quedó muy emocionada.

Eugenia, salió de su habitación y se dirigió hacia el jardín para dar una vuelta a caballo y tomar un poco de aire.

Allí se cruzó con Carlos, y le dijo que le había contado a su madre lo de ellos y aunque ella estaba a favor, sabían perfectamente que era UN AMOR IMPOSIBLE.

Los dos sonrieron, ella partió con su caballo y él siguió haciendo su trabajo.

Fue pasando el tiempo hasta que llegó el 25 de Mayo de 1810. El día en que TODOS decidieron comenzar a luchar por LA LIBERTAD.

Florencia al enterarse de esta gran noticia, corrió al cuarto de su hija y le dijo entre gritos y llantos de felicidad:

- ¡Vamos Eugenia!!! ¡Vamos hija mía!!! ¡A LUCHAR POR LA LIBERTAD!!! ¡A LUCHAR POR EL AMOR!!!

- ¡No entiendo madre!!! ¿Qué es lo que sucede???

- Sí, así como lo escuchas.

Eugenia corrió en busca de Carlos para contarle lo que estaba pasando.

Carlos que entraba corriendo por el patio de la casa para darle la misma noticia a su amada, la vio y se abrazaron.

Aún no podían unirse, porque ésta lucha por LA LIBERTAD, recién comenzaba.

En 1816, cuando se declaró la Independencia, pudieron unirse con el mismo amor que sintieron cuando sus miradas se cruzaron por primera vez.

La madre estuvo orgullosa de ellos y pudieron cumplir con ese sueño de estar juntos, sin diferencias de clases sociales.

Vivieron en una casa muy grande, tuvieron hijos y fueron felices por siempre.
  

Micaela